Coffee&Lights

Una persona no hace mucho me dijo: "El agua tiene una propiedad que cura a las personas. Las hace más felices"

Me encontraba camino a un lugar que ya no importa. El lugar estaba lleno y el silencio se infiltraba en mis sentidos. Veía hacia afuera por la ventana y llovía. Podía observar la calle satinada que íbamos dejando atrás...teñida de gris plomo por efecto del agua. A veces le robaba una mirada y sonreía para mí misma. Cada vez que estábamos juntos, sin importar dónde, sentía que estábamos solos en el mundo.

Eres como una lluvia de mayo a las 6 de la tarde en plena sequía. Después de haberte esperado, finalmente llegaste.



En los escenarios cambiantes que observaba a través del vidrio, esta ciudad se sumergía un poco más en el romanticismo silencioso. Un romanticismo que brillaba a través de la reflexión de las luces en las gotas que pegaban contra la ventana. Una expansión de colores luminosos contrastados a un paisaje grisáceo que parecía haber estado abandonado en algún tiempo.

Absorta en un momento surreal, las pupilas se dilatan, la temperatura del ambiente desciende y la calidez con la que llenas el espacio, con cada puñado de aire que exhalas...

Recuerdo los contornos finos y limpios de esta imagen, tu perfil cálido y tu mirada llena de vida.


Una lluvia es todo lo que necesitamos,

はる~

Esta entrada no intenta ser de ninguna forma una nota brillante de luz. 

Era más o menos esta hora y el tiempo parecía no perdonar los minutos que pasaban. Estaba escuchando música y charlando animadamente a través del chat. Papá se acerca al cuarto para dar las buenas noches y me despedí diciendo que pronto lo seguiría y haría lo mismo.  

Era mentira.

Pasaron muchas horas más hasta que me rendí ante el sueño. 

Mi mente cansada pero activa. Salté mi oración de agradecimiento por un día más de vida y no pasó ni 2 minutos cuando estaba profundamente dormida. Soñé que mamá me llevaba a comprar unos zapatos nuevos y que, en el escenario nocturno donde se desarrollaba el sueño, me encuentro con un amigo que no veo desde primaria. Nos tropezamos y como gesto de disculpa lo abrazo con familiaridad. Me separo de él y lo veo tal como lo recuerdo de pequeño. 

Me levanto confundida sobre la hora. Voy al baño y regreso a mi cama. Pensé que era de madrugada todavía, en un día lejano, en una fecha desconocida. Pasa más tiempo y, luego de haber acumulado mis 8 horas de sueño, me levanto nuevamente. Esta vez agarré mi iPod y puse algo de música para terminar de despertar. 

Estaba sola en casa.

Agarro mi celular y reviso la hora. Era tarde y hasta ese punto no había entendido qué me había sucedido. Estaba confundida con el tiempo y el espacio. Decidí moverme a la sala. No mucho después mi mamá regresa y suena el teléfono:

-- No me vas a creer lo que sucedió
--- Sí, fue en la madrugada - como a la 1
---- Ni cuenta nos dimos. Ahora la iré a visitar.
----- Se fue


En ese instante sentí que sonó una alarma dentro de mi cabeza. Mamá suele utilizar cierto tono para dar este tipo de noticias. 

Supe en ese momento que alguien había muerto--

Era más o menos este tiempo cuando, mientras muchos dormían y otros estaban afuera respirando el aire  húmedo de la noche...cuando yo estaba charlando animadamente y escuchando música, alguien en otra casa respiraba sus últimos segundos. Un ataque fulminante poco generoso, cortante, sin dar tiempo a que la ayuda hiciera su trabajo. Cuando llegó la ambulancia, el ya yacía inerte. Era su tiempo. 

Haruki Murakami escribió en Tokio Blues - Norwegian wood lo siguiente:

"La muerte no existe en contraposición a la vida sino como parte de ella" 

Las casas de la barriada se sumían en una tristeza casi imperceptible. Un aura gris y un telón oscuro. El viernes alrededor de la 1 de la madrugada la muerte nos visitó. Se llevó a un buen amigo. A veces pasamos tanto tiempo distraídos dando por entendido que nuestro tiempo llegará quizás en 40 años, 50 o 60. A veces no nos paramos a realizar que cada segundo que uno respira es vida, pero también cada segundo es muerte.

Papá cuando regresó de su trabajo solo supo decirme "La vida es una ruleta". Su aura monocromática y sus ojos enfocados en el piso. Era su buen amigo. 

"Las personas, al morirnos, dejamos atrás unos pequeños y extraños recuerdos"

Puedo cerrar los ojos y materializar aquel hombre alto y delgado salir con su Golden Retriever a dar una vuelta al bajar el Sol. La trataba como si fuese lo único que le quedara en la vida, como una gran parte de su alma. Tal como me dijo una amiga hace unas semanas atrás: alguien que sabe compartir tanto amor con todos los seres vivientes es alguien que tiene un gran corazón. Y así es como lo recordaré yo. 

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Muchas veces vivimos por inercia. No aceptamos este hecho hasta que nos toca. Hasta que una ola fuerte sacude los pilares de nuestra mente y se lleva una gran parte de tí. Una realidad que parecía fantasía cobra vida cuando perdemos a alguien. 

"Pensé en la infinidad de cosas que había perdido en el curso de mi vida. Pensé en el tiempo perdido, en las personas que habían muerto, en las que me habían abandonado, en los sentimientos que jamás volverían."

Llegará el día en donde atenderemos a más misas de las que fuimos en toda una vida de fe. En donde aprenderemos el verdadero significado de un 'Adiós'. 

Y solo me pregunto lo que he estado haciendo con mi vida hasta este punto...


En este instante solo te doy las gracias por unir tu alma con la mía en este escrito. Porque existes y porque la vida nos ha unido en este espacio. Escribe...todos tenemos algo que decir. Vive. 


はる~

Era un día del que posiblemente no podría esperar nada.
La noche anterior estaba afanada en terminar una falda, algo ansiosa, algo nerviosa. No pude dormir más de 45 minutos cuando la alarma sonó, indicando que el día iniciaba en ese justo momento. Tomé el desayuno y salimos.

Habíamos quedado de vernos todos en un mismo lugar. A pocos minutos que saliera el Sol emprendimos nuestro viaje al interior del país. A pesar del cansancio, al ver la cara de mis compañeros, una sonrisa y una apacibilidad se apoderó de mí. -Era un día algo distinto-

Luego de buscar un espacio dentro del autobús, al acoplarme en mi asiento, pude relajarme un poco y no mucho después, el sueño vino a mí. De tiempo en tiempo despertaba para contemplar el paisaje, aún estábamos en camino...el día estaba precioso.


Paramos a desayunar en un restaurante. Las charlas eran animadas y el ambiente sencillo y ligero. Recibí cumplidos por mi vestido y seguimos con el viaje. Cerré mis ojos y esta vez quedé sumida en un sueño profundo. Cuando volví a abrirlos ya habíamos llegado a nuestro lugar. Dimos un par de vueltas por el centro y paramos en casa de unos conocidos.

Ese día visitamos varias casas, conocimos el talento y el trabajo de muchas personas. Comimos en unión, reímos, hablamos de todo y tomamos muchas fotos. La experiencia fue tan fantástica que nos repetíamos "Vinimos y estamos los que teníamos que estar". Conocimos y exploramos. Bailamos y cantamos. Había sido un día perfecto -pensaba- sin saber lo que estaba a punto de suceder.

Camino al autobús de vuelta, fui la última en subir. Aún cargaba la efervescencia del evento. Retomé mi asiento y esperé a que nos pusiéramos en marcha. Noté que un caballero que no era parte del grupo estaba sentado en el asiento contiguo, vestido de camisilla acompañado de un tambor. Me sonreí para mi misma. El día estaba lleno de elementos que me conectaban con mi ser, con mi origen. La belleza estaba en todos lados.

Decidimos ir a comer a un restaurante antes de regresar a la ciudad y camino al mismo noté que había en el autobús una persona más que desconocía.

-- "¿Quién será?" me repetía.
Asomé mi cabeza por el costado del asiento y detuve mi mirada en su dirección. Como si él sintiera mi curiosidad -y como si el tiempo transcurriera despacio...eterno- voltea hacia atrás y sus ojos cayeron perfectamente en los míos.

No podría decir la cara que puse, pero en ese momento solo supe que todo se detuvo. Sentí que algo llenaba mi ser y pude ver neón. Esa persona me hacía ver colores, algo brillaba en él.


Era un día de verano a mediados de enero cuando me enamoré por primera vez.
Después de rezar tanto y pedirle a Dios por amor, a mis 20 años, en un día que parecía ordinario.
Tan solo hace falta una mirada...




Sí, me enamoré...
はる~